Las alergias estacionales son frecuentes. Aparecen sólo durante ciertas épocas del año, especialmente en primavera, en verano o en otoño, dependiendo de la sustancia que cause la alergia.

Los síntomas se presentan principalmente en la membrana que recubre internamente la nariz, lo que da lugar a rinitis alérgica, o en la membrana que recubre los párpados y la parte blanca de los ojos (conjuntiva), lo que provoca conjuntivitis alérgica

Suele consistir en una reacción al polen y a las gramíneas. El polen que da lugar a la aparición de los síntomas  varía en cada estación:

Primavera: generalmente de árboles, como el roble, el olmo, el arce, el aliso, el abedul, el enebro y el olivo

Verano: gramíneas (como la Bermuda, el fleo, la grama dulce, el pomar y la hierba de Johnson) y malezas (como el cardo ruso y el plátano inglés)

 

Otoño: la ambrosía

Del mismo modo, en una misma estación se pueden encontrar distintos tipos de polen en las diferentes regiones de un país. Por ejemplo, en el oeste de Estados Unidos, el cedro de montaña (un tipo de enebro) es una de las principales fuentes de polen de árboles desde diciembre hasta marzo. Pero en las regiones áridas del suroeste, las gramíneas polinizan durante mucho más tiempo, y en el otoño, el polen de las malezas, como la artemisa y el cardo ruso, pueden causar alergia  Se puede tener alergia a uno o a más tipos de polen, por lo que la temporada de alergia se extiende desde el inicio de la primavera al final del otoño. Las esporas de hongos, presentes en el aire durante largos periodos en la primavera, en el verano y en el otoño, también causan alergia estacional.

Si algunas sustancias suspendidas en el aire, como el polen, entran en contacto con los ojos, se produce conjuntivitis alérgica.

Síntomas

Puede ocasionar prurito en la nariz, en el paladar, en la parte posterior de la garganta y en los ojos. El prurito puede comenzar de forma gradual o súbita. La nariz gotea, con una secreción acuosa y transparente, y se congestiona. En los niños la congestión nasal puede dar lugar a una infección de oído (otitis). La mucosa de la nariz se hincha y se vuelve de color rojo azulado.

Los senos paranasales también pueden estar congestionados, lo que da lugar a cefaleas y, en ocasiones, a infecciones (sinusitis). Es frecuente que haya estornudos.

Los ojos lagrimean, a veces profusamente, y pican. Se observa enrojecimiento en la zona blanca de los ojos y en los párpados, que también pueden estar hinchados. El uso de lentes de contacto aumenta la irritación.

Otros síntomas son tos, sibilancias y, en algunos casos, irritabilidad y dificultades para dormir.

La intensidad de los síntomas varía en cada estación.

Muchas personas con rinitis alérgica también sufren asma (lo cual produce sibilancias), posiblemente causada por los mismos desencadenantes de la alergia (alérgenos) que contribuyen a la rinitis alérgica y a la conjuntivitis.